ACERCA DEL AUTOR.
Francisco Ponce Cárdenas
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Ex catedrático e investigador de la UNAM - universidad nacional autónoma de México, criador de Gyr lechero desde 1978 en el rancho Jalpa municipio de Buena Vista Tomatlan, Michoacán - México.
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Es difícil predecir el futuro, sobre todo a largo plazo. Sin embargo intentaré dar aquí una visión, aunque sea superficial, acerca de que deberíamos buscar, los productores de leche en el trópico, en un futuro próximo.
Veamos primero algunas consideraciones de índole general.
Es conocido de todos los ganaderos, que las razas lecheras de origen europeo han sido seleccionadas durante siglos hasta convertirlas en muy buenas productoras. Pero esto se ha logrado a partir de una alimentación sumamente concentrada, a base principalmente de granos, ya que no hay manera posible de producir estas altas cantidades de leche únicamente en pastoreo.
Ventajas y desventajas
Debe haber razones para que esto sucediera, las cosas no se dan solo por que sí.
A mi se me ocurre que en las condiciones extremas del invierno de Europa y de Norteamérica es necesario concentrar el ganado bajo techo y almacenar alimentos para sostenerlo durante el ciclo invernal. Si los animales son relativamente pocos y muy productores, el manejo se simplifica, el espacio de ordeña será menor, así como el espacio de almacenamiento, pues el volumen del concentrado es relativamente pequeño, con el consiguiente ahorro en la construcción y mantenimiento de las instalaciones.
El costo de los granos es y será siempre mayor que los pastos de potrero. Sin embargo las explotaciones lecheras en los países desarrollados han dado utilidades debido en buena medida a los subsidios. Pero estos solo son posibles en países donde la economía es mucho más fuerte en la industria y en los servicios que en el renglón agropecuario. Ahora bien. Con la crisis económica y con el alza del precio de los granos ¿seguirán siendo redituables y competitivas?
La producción de leche y carne con bovinos a partir de granos es una manera INEFICIENTE de producir, hay que recordar que no es lo mismo producción que productividad. SE DESPERDICIA ENTRE EL VEINTE Y EL TREINTA POR CIENTO de la energía y la proteína de los granos en el rumen de los bovinos; sería mucho mejor que los granos fueran consumidos directamente por los humanos o por animales monogástricos que son más eficientes en la conversión.
Los animales de alta producción tienen por necesidad un metabolismo acelerado, lo que implica una alta generación de calor que sólo pueden ser disipada en un ambiente de baja temperatura, el alto metabolismo además implica una vida relativamente corta de los animales.
El ganado cebú por el hecho de ser llevado a una alta producción, perdería en parte su adaptación al calor y su rusticidad, debido precisamente a la aceleración de su metabolismo. Además, el alto rendimiento predispone a ciertas enfermedades como la mastitis y lo hace susceptible algunas otros problemas de salud.
Vemos pues, que podría no ser conveniente pensar en alcanzar los altos niveles de producción de leche de los países de clima frío, por razones económicas y fisiológicas.
Además, una alta producción de leche en el Cebú necesitaría aún, un largo periodo de selección y sólo se justificaría si en el futuro se pudieran producir granos de manera barata y abundante.
¿Que rumbo tomar?
¿Por qué no producir con especies vegetales que no pueden ser consumidas directamente por los humanos, y que son transformados de una manera barata en proteína animal por los rumiantes?
Por experiencia propia sé que se puede lograr una producción de seis o siete litros por animal, sin concentrado, con una pradera en buenas condiciones, en temporada de lluvias; con una carga animal de dos vacas por hectárea. Pero esta producción disminuye en cuanto los pastos sazonan y empiezan a disminuir su contenido de nutrientes. Esto no suena muy halagador.
Pero afortunadamente se ha desarrollado un nuevo sistema ( sistema silvopastoril) con el que se pueda alcanzar una producción sustancialmente mayor, con un promedio de diez a quince litros por vaca, y con una carga animal de cuatro a cinco animales por hectárea, en pastoreo, sin suplementar. Este sistema sostiene una muy buena capacidad nutricional a lo largo de todo el año.
Esto significa por lo menos, triplicar la producción de leche por hectárea, abaratando los costos por litro producido, y siendo así más competitivos. Esta producción sería más fácil de alcanzar por el cebú lechero y en la actualidad ya es alcanzable por el Girolando.
Próximamente publicaremos aquí mismo un pequeño manual de implementación de este REVOLUCIONARIO SISTEMA.
Las personas interesadas pueden leer en este blog, tres artículos publicados anteriormente y denominados: “Un matrimonio perfecto,” en donde se trata este asunto con más detalle. Cualquier pregunta al respecto, aquí la contestaremos con gusto.
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