La UGRT confirmó la muerte de 2500 cabezas, abortos y absorciones en las pariciónes, la baja de un 25 por ciento en el peso del ganado y el deterioro de praderas por el efecto del estiaje lo que ha llevado a los productores ha optar por malbaratar el kilogramo de res en pie para hacer frente a pagos en bancos, proveedores de insumos, vaqueros y gastos de operación del rancho
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Por Néstor Escamilla
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La Unión Ganadera Regional de Tamaulipas (UGRT), estimó en mil 100 millones de pesos las pérdidas por la sequía, debido a la muerte de 2 mil 500 reses, la pérdidas de peso en el ganado y el deterioro de praderas.
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De acuerdo con cifras de la organización, por la falta de precipitaciones y forrajes para los animales, se dejarán de producir unos 80 mil becerros en el presente ciclo ganadero, que comenzó el 1 de septiembre y concluye el 31 de agosto próximo, es decir 20 por ciento menos de destetes que en un año normal de lluvias, lo cual representa para el sector pérdidas por unos 280 millones de pesos.
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Alejandro Gil Flores, presidente del gremio ganadero, explicó que la sequía afectó a toda la ganadería, y particularmente al sector de bovinos, ante el manifiesto deterioro de las pasturas por las altas temperaturas y la falta de humedad, ocasionando que se retrasen los ciclos, abortos y una baja condición corporal de los vientres.
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En entrevista, el dirigente estatal informó que debido a los estragos del fenómeno climatológico, el año próximo, habrá una importante disminución de preñeces y pariciones y las crías no tendrán los pesos deseados por la mala nutrición que tuvieron las madres.
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Comentó que pese a los esfuerzo de autoridades, la UGRT y las Asociaciones Ganaderas el 90 por ciento del inventario ganadero en Tamaulipas, que es de 1 millón 300 mil cabezas, resiente pérdidas de hasta el 25 por ciento de su peso corporal, es decir, alrededor de 70 kilos por animal en promedio, lo que se traduce en pérdidas por mil 100 millones de pesos.
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“Esto configura un durísimo golpe para el sector ganadero con costos muy dimensionados producto de los desembolsos para resembrar o restablecer praderas, adquirir alimentos suplementarios, minerales y melaza para mantener la condición corporal, lo que desborda el presupuesto de cualquier pequeño, mediano y gran productor”, detalló.
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El presidente de la UGRT confirmó la muerte de 2500 cabezas, la pérdida de peso del ganado y la desaparición de unas 43 mil hectáreas de praderas por el efecto del estiaje y dijo que, aunque ya se han registrado lluvias, los potreros tardarán al menos un mes en recuperarse, por lo que muchos productores han optado por malbaratar el kilogramo de res en pie a precios que fluctúan entre los 16 y los 17 pesos en promedio.
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Agregó que las pérdidas que han impactado en los costos de producción, ya que ya que al ganado hay que mantenerlo primero vivo y después produciendo, los ganaderos tuvieron que rematar las reses para hacer frente a pagos en bancos, proveedores de insumos y al personal que atiende y cuida el rancho y al hato ganadero", precisó.
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Además, como el hato ha perdido peso y calidad en sus carnes, no tienen otra opción que ofertar al animal a precios que van de los mil a los cuatro mil pesos por ejemplar, según sus condiciones. Para darse una idea de lo que se pierde, cuando una res está en óptimas condiciones puede venderse a entre cinco y seis mil pesos o un poco más, recalcó.
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