Francisco Ponce Cárdenas
Ex catedrático e investigador de la UNAM - universidad nacional autónoma de México, criador de Gyr lechero desde 1978 en el rancho Jalpa municipio de Buena Vista Tomatlan, Michoacán - México.
LAS PRADERAS
Las praderas en los climas cálidos son poco productivas y frágiles. Las gramíneas del trópico tienen relativamente poco porcentaje de proteína y por tanto producen poca leche y poca carne por animal. Sostienen a sólo dos animales por hectárea dando como resultado una escasa producción por unidad de superficie. No son sustentables, por lo cual la productividad se reduce con el paso del tiempo.
Como no es costeable producir suplementando con concentrados, la única salida a esta mala situación sería aumentar sustancialmente la calidad nutricional de nuestros potreros, para poder prescindir de los granos, así como lograr sostener a una carga animal muy superior a la actual, y mejorar la sustentabilidad con un nuevo sistema de producción mejor adaptado a nuestros suelos.
Afortunadamente esto ya existe. Los investigadores Tomás Preston Enrique Murgueitio han desarrollado en Colombia un sistema que sin duda revolucionará la ganadería tropical alrededor del mundo. Tiene un sin número de ventajas tanto económicas como ecológicas y de mejoramiento del confort y bienestar para el hombre y los animales.
EL SISTEMA SILVOPASTORIL
Al combinar algunas especies de árboles con la pradera de gramíneas se obtiene una gran mejoría en la producción de proteína y de biomasa por hectárea, ya que algunos árboles contienen en sus hojas un alto porcentaje de proteína que va del 17 al 25 por ciento, comparados son las gramíneas que van del 3 al 8 por ciento, y además al haber dos “pisos” (hojas de árbol y pasto del suelo) el animal tendrá a su disposición más del doble de biomasa para alimentarse.
¿Resultado? Más leche por animal y una carga de hasta cinco cabezas por hectárea.
En detalle: El sistema consiste en plantar árboles de Leucaena (leucaena leucocéphala) en hileras a una distancia de un metro y medio entre hileras y una distancia de 20 o 30 centímetros entre planta y planta. No se deben dejar crecer a una altura mayor de metro y medio para que queden siempre al alcance de los animales.
Este sistema lleva utilizándose en Colombia alrededor de quince años consecutivos, pastoreándolo cada dos meses y sus árboles y la grama siguen produciendo igual que el primer día.
Los arbolitos de leucaena tienen la propiedad de fertilizar el suelo con nitrógeno a través de sus raíces, mejorando su propia producción así como mejorando la producción de las gramíneas y dándole sustentabilidad al sistema, con el ahorro consecuente en fertilizantes.
Es bueno también plantar árboles, preferiblemente maderables, a una distancia adecuada y dejarlos crecer; árboles que proporcionarán una media sombra que redundará en un ahorro en el agua de riego así como mayor confort para los animales mejorando así su productividad. Los árboles ayudan aún más a ala sustentabilidad sustrayendo minerales del subsuelo y depositándolos en la superficie con la caída de sus hojas. A la larga los árboles maderables podrán ser aprovechados.
Continuará.
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